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OLLA FERROVIARIA DE CHAPA FABRICADA EN MATAPORQUERA CANTABRIA
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HISTORIA DE LA OLLA FERROVIARIA.
La olla ferroviaria fue un invento de los agentes
del Ferrocarril de La Robla, allá por la década
de los años 1.930, para prepararse diariamente
en ella las comidas y cenas cuando realizaban servicio
en trenes o hacían reemplazos en estaciones,
a veces estos reemplazos duraban seis, ocho y
hasta quince días, sin poder regresar a sus domicilios.
Cocinaban por lo general cocido de legumbres con sus
correspondiente carne, tocino, chorizo y morcilla,
o patatas con carne y de esa forma comían caliente
y económico.
Al no haber en la mayoría de las estaciones fonda ni
pensión donde pernoctar, el personal suplementario
del servicio de estaciones llevaba también su catre
o cama plegable para que dormiten en las
dependencias de la estación (sala de espera, almacén
uoficina). El personal de trenes, por lo regular,
pernoctaba en estaciones que disponían de cuarto
de agentes con cocina y habitaciones con camas.
Había dos tipos de olla: la OLLA A VAPOR, que
se utilizó por el personal del servicio de tracción
(maquinistas y fogoneros) desde la década de los
de los años 30 hasta los años 1.958 - 1.960 en que
la tracción de vapor fue sustituida, en el ferrocarril de
La Robla por la tracción diesel, y la OLLA DE
CARBON VEGETAL que se utilizó por el personal
de estaciones y el de trenes desde la década de los
años 30 hasta los años 1.985 – 1.990.
A partir de esa fecha, bien por la mejor situación
económica del personal o bien por quela mayoría de
ellos disponían de vehículo propio para los
desplazamientos, la olla dejó prácticamente de usarse
y si alguien la usaba no era con tanta frecuencia.
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OLLA A VAPOR
Estas ollas fueron hechas en los talleres del Ferrocarril
de La Robla de Cistierna y Balmaseda para todos los
maquinistas, los cuales, para que se la hicieran, tenían
que proporcionar el puchero de porcelana al taller.
Estaban compuestas por una carcasa o forro de chapa
de hojalata, de forma cilíndrica, hermética y con agujero
en el fondo para expulsar el vapor de agua.
En su interior se alojaba el puchero de uno, dos, tres
y hasta cuatro litros de capacidad, el cual por medio
de una tubería de cobre recibía el vapor de la locomotora.
Este se introducía en la cámara que hay entre la carcasa
y el puchero y por medio de un grifo, disponible en la
carcasa, se controlaba el vapor necesario para la cocción
de la comida. Al tener asignada cada maquinista su
locomotora, la olla la mantenían siempre en ella, bien en
funcionamiento o en reposo y custodiada en el arca
que cada locomotora disponía.
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